lucila o la fiebre

lucila o la fiebre

sábado, 21 de septiembre de 2013

SOBRE LA OBRA



 Lucila, mujer rica a punto de casarse, enferma bruscamente de meningitis y en el delirio de la fiebre pronuncia ardientes palabras de amor hacia un don nadie que supo trabajar como peón en la estancia familiar.

Su hermano y su novio reciben una urgente indicación médica: localicen a ese sujeto.

El hombre en cuestión será obligado a permanecer junto al lecho de la enferma con fines terapéuticos. Sin embargo ella parece necesitar de él algo más que paliativos médicos. 


“Lucila o la fiebre” es la historia de un amor loco.

En ella el amor brota exagerado y tempestuoso como una fuerza natural  para hundirse irremisiblemente en el abismo de la sociedad de los hombres.

Negación radical del folletín, en “Lucila” el amor no mueve montañas ni cruza fronteras, geográficas o de las otras.

Los derechos del amor, aún en su debacle, o justamente por su causa, parecen querer enjuiciar esas pequeñas operaciones contables del deseo que llamamos romance y matrimonio.

A partir de  personajes y situaciones del cuento de Horacio Quiroga “La meningitis y su sombra”, la obra de teatro explora los límites de una redención imposible, la de Lucila, la niña rica, y Lencina,  el callado servidor, convocados a una furtiva cita bajo el ojo paranoide del poder que los sigue de cerca.  

Una caja musical evoca  en la pareja a Orfeo, el músico que venció a la muerte, y a Eurídice, su malogrado amor. En delicado sobrevuelo los amantes del mito soplarán sus vientos báquicos  sobre los protagonistas para arrasar el escenario donde el cálculo y las conveniencias urdían su trama.

Porque en “Lucila” las palabras queman, y cuando el amor sube a los labios convertido en lava ardiente destruye lo que encuentra a su paso.

Porque en un mundo donde la Razón se ha vuelto loca, parecen querer decir los destinos sufrientes de los personajes,  nuestra sed de amor y de verdad sólo se puede saciar con el delirio.-

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